¿Por qué no dejas a Aisha en paz?

¿Por qué no dejas a Aisha en paz?

¿Por qué no dejas a Aisha en paz? 1920 1080 The Office Of His Eminence Sheikh al-Habib

PREGUNTA:

Hay algunos que dicen que Aisha es un miembro de la familia y que está incluida en la Familia del Mensajero de Allah (la paz sea con él y su Familia) y, nos guste o no, su santidad es la del Profeta. Y ya que practicamos los buenos modales y la moral, ¿no deberíamos proteger la santidad de la familia del Profeta no mencionando su nombre en vano, aunque haya cometido un error?! No prestan atención a las palabras pronunciadas por el poeta cuando dice:

Oh Humarayh, insultarte está prohibido… por el bien de una persona, mil ojos son honrados.

¿Por qué nos aburrimos y nos preocupamos por asuntos que involucran al Profeta y a su familia y que, a través de nuestras acciones, posiblemente le estemos causando daño? Si cometió un error, Alá será su juez y el Profeta será responsable de ella en el Día del Juicio, no nosotros. Además, ¿cómo sabemos si Alá no la ha perdonado por lo que ha cometido por honor y respeto a Su Profeta (la paz sea con él y su Familia)? ¿No es apropiado para nosotros guardar nuestra lengua cuando se trata de sus asuntos?


RESPUESTA:

En el nombre de Allah, el Compasivo, el Misericordioso.
Oh Allah bendice a Muhammad y a su Familia, acelere su reaparición y maldiga a sus enemigos.

¡De ninguna manera! Ella no forma parte de la familia del Mensajero de Alá (la paz sea con él y su Familia) Y esto es así porque la mujer que traiciona a su marido ya no puede llevar tal honor. La traición de ‘Aisha ha sido demostrada en varias instancias como cuando ayudó al envenenamiento y asesinato del Profeta, causándole dolor y daño y su repugnancia y enfrentamiento contra su legítimo y divinamente designado Sucesor. Sus acciones condujeron al lanzamiento de flechas sobre el cadáver de Hassan (la paz sea con él), sus innovaciones en la Jurisprudencia Islámica, y el hecho de que permitiera a hombres extranjeros entrar en el hogar del Profeta.

Si se confirma la traición de una mujer a su marido, la relación legal entre ellos se vuelve nula. La santidad de ella ya no es una extensión de la santidad de él y no se la cuenta como miembro de su hogar. Además, bastantes tradiciones, que nos han sido transmitidas por el Mensajero y su Familia (la paz sea con ellos), han delineado claramente estos asuntos concernientes a Aisha.

Asumamos, por el bien del argumento, que ella permaneció como miembro de su familia. Esto no nos impide acusarla de los crímenes que cometió, ni tampoco nos impide castigarla. La santidad del Profeta no sería violada. Ya que la Jurisprudencia Islámica y las costumbres maritales distinguen entre un individuo y su esposa. Ellos están vinculados por el contrato de matrimonio, que es simplemente eso, un contrato. Una vez que tal contrato termina, se anula. La conexión entre la esposa y el marido no tiene relación con el linaje.

Además, incluso cuando se trata de un linaje directo, no hay ningún daño en presentar una acusación a la hija o hijo de un individuo, ya que esto no se reflejará en la imagen del padre, especialmente si el padre ha criado a sus hijos de una buena manera. Esto es así incluso si la hija o el hijo insistieron en seguir el camino del engaño, la tentación y la corrupción. Su desviación se convierte en razón suficiente para ignorar la conexión entre ellos. Este principio es establecido por Alá en Su Libro sagrado como Noé (la paz sea con él) dijo a su Señor:

Mi Señor, mi hijo es de mi familia. Alá respondió: Oh Noé, él no es de tu familia”. Alá entonces explicó Su respuesta diciendo: “tuvo una conducta totalmente injusta.
(Corán 11:46-47)

Este es el caso de ‘Aisha. Aunque fue la esposa del Mensajero de Alá (la paz sea con él y su Familia), no es de su familia si tomamos en consideración el caso mencionado anteriormente. Puesto que tuvo’ una conducta totalmente injusta ‘, todo y haber estado asociada con el Profeta a través de un contrato matrimonial, que como hemos visto, puede acabar. También es importante notar que los crímenes de los que se la acusa ocurrieron después del martirio del Profeta (la paz sea con él y su Familia), haciendo que la conexión entre ellos sea aún más débil.

Además, si vamos a hacer que sea una obligación proteger la santidad de un individuo y evitar hablar de sus crímenes y juzgarlos por su conexión familiar con otro (respetado) individuo, entonces esto tendría que aplicarse también al hijo de Adán, Caín, a la esposa e hijo de Noé y la esposa de Lut. Tendríamos que proteger la santidad de cualquier individuo que proceda de una familia piadosa, ¡sin importar si ellos eran infieles, individuos corruptos, aduladores,o desviados! Y siempre podríamos repetir la frase como un loro:

Por el bien de una persona, mil otras son honradas!

En ese caso, no debemos acusar a un asesino de su crimen mientras su padre (por ejemplo) sea justo, ¡ni debemos, en efecto, castigar a la adúltera mientras su marido sea piadoso! Nadie en su sano juicio sugeriría esto.

Además, la misma ‘Aisha no protegió la santidad del Mensajero de Alá (la paz sea con él y su Familia). Ella transgredió contra la santidad del Mensajero de Alá (la paz sea con él y su familia) cuando le atribuyó prácticas sucias y grotescas como la de ‘amamantar a los adultos’. También transgredió contra la santidad de la Familia del Profeta, a pesar de que se le fue instruido que los amara a través de la Revelación de Alá, tal y como se describe en el Sagrado Corán.

Di: No te pido nada excepto que ames a mis parientes cercanos.
(Corán 42:24)

¡Las malas acciones que cometió contra ellos sólo han oscurecido su corazón hasta el Día del Juicio! De hecho, es obligatorio que hablemos contra ella de la misma manera que ella lo hizo y su santidad no debe ser preservada. Esto es así debido a que la transgresión de la santidad debe ser respondida con una retribución, y Alá dice:

y para [todas] las violaciones hay una retribución legal. [all]
(Corán 2:195)

Así pues. que el que te haya asaltado, asáltalo de la misma manera con que él te asaltó a ti. No detendremos nuestro asalto ya que no se detuvo cuando se sobrepasó con el Profeta y su Familia (la paz sea con ellos). Sólo decimos la verdad y tratamos de no dejar que la gente sea engañada en su red de mentiras al seguirla y seguir sus enseñanzas innovadoras que contradicen las leyes aprobadas por el Mensajero de Alá (la paz sea con él y su Familia).

En cuanto a la afirmación de que Alá podría perdonarla por el honor de su Profeta, es una afirmación inaudita. No se puede negar la certeza con la duda. Si eso ocurriera, entonces también podríais abolir desde la raíz la creencia fundamental de la Justicia Divina. Por ejemplo, otra mujer podría cometer un crimen y Alá no la perdonaría, y entonces ella tendría el derecho moral de clamar en el Día del Juicio:

¡Mi Señor! Estoy perpleja, tú perdonaste a ‘Aisha, ¡pero no me perdonarás a mí, aunque hemos cometido el mismo pecado?! La perdonaste sólo porque era la esposa de tu Profeta, sólo por eso? ¡Y me has negado este perdón porque yo sólo era la esposa de alguien de tu creación! ¿Por qué no me casaste con tu Profeta para que mis crímenes se limpiaran y mis pecados fueran perdonados?! ¡Esto es un acto de injusticia!

Si esta fuera la situación, no habría manera de probar la Justicia Divina de Alá, excepto si Alá perdonara a esa señora junto con todos los demás que cometieron algún crimen. Esto es así para evitar que alguien de entre la creación de Alá pueda presentar el argumento de que Alá distinguió a una mujer de otras mujeres pecadoras sólo porque se casó con Su Mensajero en este mundo.

Si esta fuera nuestra creencia, entonces la creencia en el castigo en el más Allá sería nula, como lo sería la creencia en el fuego del Infierno, ¡ya que nadie sería castigado en él! Este sería el caso, especialmente porque la creencia de los ‘súnitas’ defiende que los pecados de todos los que se refieren como ‘Sahaba’ serán perdonados. En tal caso, sería correcto que el resto de la creación se opusiera a esto en el Día de la Resurrección, ya que cometieron los mismos crímenes que ellos, pero se les impidió el perdón sólo porque no acompañaron al Profeta, y que todo esto fue determinado y destinado por Alá, y que no podían hacer nada al respecto.

Ya os habéis dado cuenta de lo absurda que es esta afirmación, no hay ante vosotros ninguna forma de probar la Justicia Divina de Alá, excepto reconociendo que una esposa del Profeta (la paz sea con él y su familia) será castigada el Día de la Resurrección si comete pecados, crímenes y obscenidades como otras mujeres. De hecho, ella será castigada varias veces más que otras mujeres. Esto nos lo dice claramente Alá, cuando dice:

¡Oh mujeres del Profeta! Aquella de vosotras que cometa algún acto evidente de indecencia, le será doblado el castigo. Esto es simple para Alá.
(Corán 33:31)

¡¿Pondrás en duda ahora las palabras de Alá, Glorificado sea Él?! Despierta y limpia tu mente de esta confusión en que una mujer se santifica sólo porque su marido es un Profeta. El criterio a los ojos de Alá es la piedad. Si esa mujer es piadosa, entonces es honrada y digna, y si no, es excluida y desatendida, pues Alá dice:

Alá presenta un ejemplo para los incrédulos: La esposa de Noé y Lut. Estaban bajo dos de Nuestros siervos justos, pero los traicionaron, por lo que esos Profetas no les sirvieron de nada ante Alá, y se dijo, “Entrad en el fuego con los que entran”.
(Corán 66:11)

Por lo tanto, ‘Aisha entrará en el fuego con aquellos que entren por su traición al Mensajero de Alá (la paz sea con él y su Familia). ¿Quiénes son ustedes para quejaros y objetar?!

La Oficina de El Sheikh al-Habib

The Office Of His Eminence Sheikh al-Habib